Las vides, al igual que otros tipos de plantas de vid, están acostumbradas a crecer a lo largo del suelo o adherirse a algún tipo de estructura de soporte. No son lo suficientemente fuertes para sostenerse a sí mismos y necesitan algún tipo de soporte artificial. Se utiliza un enrejado de uva para que las vides crezcan lo más saludables y productivas posible, las vides se guían sobre el enrejado, una estructura que proporciona soporte para la vid en crecimiento.
Para crecer correctamente, las uvas necesitan luz solar, agua, condiciones de aire seco y un cuidado y mantenimiento adecuados, incluido el deshierbe y la poda. Un enrejado de uva puede facilitar muchas de estas variables, asegurando que las uvas tengan la mejor oportunidad de crecer y producir fruta de calidad. Los viñedos profesionales han utilizado este método durante cientos de años, y también es adecuado para el enólogo doméstico.
Las vides son más productivas cuando se exponen a una cantidad máxima de luz solar. La luz del sol proporciona a las vides la energía para producir flores que se convertirán en uvas. Como todas las plantas, necesitan la luz solar para la fotosíntesis, y en las hojas de las uvas se traduce en la producción de azúcares y otros elementos esenciales para el desarrollo de los mejores frutos, esto no se da si se les permite crecer en condiciones de sombra. . Un enrejado de uva ayuda a facilitar esta exposición a la luz solar al abrir las vides y exponer más de la planta.
La poda de las uvas también se facilita mejor mediante el uso de un enrejado de uvas. Al abrir la planta, un enrejado de uva facilita ver qué partes de la vid necesitan podarse y también determinar qué racimos deben eliminarse. Un enrejado de uva puede facilitar un aumento en el tamaño de la vid, la estructura y el manejo del dosel.
Las vides que se colocan en un enrejado proporcionan un mejor flujo de aire, lo que ayuda a reducir las enfermedades fúngicas. Las enfermedades fúngicas causan estragos en condiciones de aire húmedo y estancado, pero se reducen significativamente al abrir la vid al aire seco y la luz solar. Además, debido a que la fruta no está en contacto directo con el suelo, se evita la pudrición de la fruta en el suelo. También hace que sea más fácil rociarlos con fungicidas e insecticidas de manera más completa y uniforme. También se puede establecer un mejor control de malezas ya que las malezas se pueden rociar con herbicidas de manera más efectiva con menos preocupación por el daño de los herbicidas a las vides.
Si se dejan solos, las uvas crecerán. Su estado natural de enredadera los hará arrastrarse por el suelo hasta que encuentren alguna estructura a la que adherirse, y luego crecerán a lo largo de esta superficie también. Sin embargo, este no es el mejor proceso si queremos plantas sanas y de alta producción. El uso de un enrejado de uva para cultivar nuestras vides proporcionará un sistema mucho más manejable y dará como resultado la producción de vides lo más productivas y saludables posibles.
